 La recesión estadounidense es una de las causas de la desaceleración en el envío de remesas. |
La desaceleración en el envío de remesas a México es debido a la crisis hipotecaria en Estados Unidos y el menor crecimiento económico que registra este país, coinciden analistas y la CEPAL.
Al cierre del 2007, México recibió US$23.979 millones en remesas, lo que representa un crecimiento de apenas 1% respecto al 2006.
Sólo en enero, los envíos tuvieron una caída de 5,87%, al sumar US$1.757 millones, revelan cifras del Banco de México (Banxico).
"Tal evolución es atribuible a varios factores, entre los que destacan la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos y especialmente en la industria de la construcción, misma que representa una importante fuente de ocupación para un número elevado de trabajadores de origen mexicano", explica el banco central mexicano.
Además, agrega, los trabajadores mexicanos han enfrentado mayores problemas para emigrar a Estados Unidos.
Crisis de vivienda
Sin embargo, hay quienes consideran que el endurecimiento de las medidas migratorias en Estados Unidos tienen poco que ver en la caída de las remesas.
El factor central de esta caída es la crisis en el sector de la construcción, particularmente en la vivienda, área en la que se ocupan gran parte de los inmigrantes mexicanos, coinciden Jorge Máttar, director adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y Jonathan Heath, economista en Jefe para Latinoamérica del HSBC, al ser consultados por BBC Mundo.
 |   Es un ingreso que iba en aumento y le iba dando un sostén de vida a muchas familias. (Con la disminución) hay menos posibilidades de que México pueda mantener el ritmo de consumo en su economía  Jonathan Heath |
Heath, en tanto, explica que "la desaceleración que estamos viendo en EE.UU., primero, no es homogénea, sino regional; y segundo, este fenómeno se origina por el mercado de vivienda, donde hay un sobreinventario de casas, lo cual ha afectado mucho al sector construcción".
En su reporte de febrero, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, informó que en ese mes se perdieron 63.000 empleos, de los cuales 39.000 correspondieron al sector de la construcción, donde labora la mayor cantidad de inmigrantes mexicanos.
Futuro sombrío
Aún no se sabe hasta qué punto la desaceleración económica de Estados Unidos llegará a agudizarse.
Sin embargo, los analistas consultados consideran que en el corto y mediano plazos traerá efectos negativos para las familias de los inmigrantes que envían dinero a sus países.
"Es un ingreso que iba en aumento y le iba dando un sostén de vida a muchas familias. (Con la disminución) hay menos posibilidades de que México pueda mantener el ritmo de consumo en su economía", dijo Heath.
"Se va a tener un efecto negativo en el corto y mediano plazo, aunque después de cierto tiempo las familias se adaptan y se dan cuenta que tiene que salir y buscar trabajo , y ya no depender tanto de las remesas", agregó.
La mayor parte de los ingresos que reciben las familias que viven de las remesas son para la sobrevivencia, no para invertir o ahorrar, señaló el economista del HSBC.
Jorge Máttar opina que en términos macroeconómicos el efecto negativo será mínimo, pues las remesas representan sólo 1.8% del Producto Interno Bruto en México, y 2.5% del consumo total.
Países como Honduras, Nicaragua, Guatemala, Haití y República Dominicana podrían verse más afectados, pues el peso de los envíos de dinero en el PIB nacional es mucho más grande que en México.
Sin embargo, dice Máttar, sí afectara a muchas familias pobres que tenían como único ingreso este dinero.
Retos
| El lograr mejores empleos debe ser una aspiración de los gobiernos de estos países, aunque sea difícil de alcanzar en el mediano plazo Jorge Máttar |
"No sólo en el aspecto económico, sino en la protección social", dice.
"El lograr mejores empleos debe ser una aspiración de los gobiernos de estos países, aunque sea difícil de alcanzar en el mediano plazo", apuntó.
Jonathan Heath se muestra menos optimista al respecto, pues considera que aunque hay que eliminar la brecha salarial entre Estados Unidos y los países latinoamericanos.
"No hay política en el mundo que pueda hacer esto en dos o tres generaciones", expresó.
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